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sábado, 14 de noviembre de 2009

Wallada la Omeya

Nació en Córdoba el año 994 y era hija del califa al-Mustakfi. Su posición privilegiada en lo social le da un carácter excepcional, aunque la personalidad de Wallada hubiese destacado de todos modos. Como apenas se conservan nueve poemas suyos, de los cuales cinco son satíricos, se ha visto rodeada de una cierta fama de atrevida y mordaz. Además algunas alusiones un poco subidas de tono, en sus versos, seguramente unidas a las represalias de sus enemigos, motivaron que pasara a la historia como inmoral y libertina, a lo cual contribuye el hecho de que no se casó nunca, y se le conocieron varios amantes. En las referencias biográficas, aunque un tanto tendenciosas, que existen sobre ella, y también por los versos de su amado, el poeta lbn Zaydun, podemos percibir una Wallada sensible y refinada, que reunía a literatos y pensadores de la Córdoba califal, con el espíritu que, varios siglos más tarde, se dio en los salones parisinos de los siglos XVII y XVIII. Como si se tratase de una divisa, que proclamaba su independencia y sentido de libertad, llevaba estos versos suyos bordados en su túnica:

"Estoy hecha por Dios para la gloria,

y camino orgullosa por mí propio camino.

Doy poder a mi amante sobre mi mejilla

y mis besos ofrezco a quien los desea".


Más sobre la obra de Wallāda
Wallāda llevaba escrita en sus vestiduras una leyenda que proclamaba por una parte la inaccesibilidad de su dueña, y por otra justamente lo contrario.
"Juro por Dios que soy digna de alteza y nobleza voy encaminada jactando, muy altiva mi cabeza;Y sobre el izquierdo:Permito a mis amantes que toquen mi mejilla hecha liza,y acepto los besos de quien desee probar mi belleza".
En estos versos podemos observar la rígida personalidad de la que hace gala la poetisa. Ella se sabe admirada y sabia y así lo hace constar en su hombro derecho. Muestra su orgullo por pertenecer a la alta sociedad de al-Andalus, donde goza de ciertos privilegios.
En cambio en su hombro izquierdo nos muestra ese libertinaje que le rodea constantemente. Expresa esa ansia de amor, ese erotismo y a la vez la libertad que adquiere la mujer en esta época.
Ya para terminar el trabajo se presentará a continuación la poesía que aún se conserva de Wallāda:
Visita
"Espera mi visita cuando apunta la oscuridad, pues opino que la noche es más encubridora de los secretos. Tengo algo contigo que si coincidiera con el sol,éste no brillaría y si con la luna, ésta no saldría y si con las estrellas,éstas no caminarían".

Este es un poema muy refinado donde la poetisa hace uso de su lenguaje más culto y refinado. Es un poema de amor dedicado a su amado, con una sensibilidad exquisita como solo ella es capaz de expresar.
La separación
"Tras la separación, ¿habrá medio de unirnos?¡Ay! Los amantes todos de sus penas se quejan. Paso las horas de la cita en el invierno sobre las ascuas ardientes del deseo, y como no, si estamos separados.¡Qué pronto me ha traído mi destino lo que me temía! mas las noches pasan y la separación no termina,ni la paciencia me libera de los grilletes de la añoranza.¡Qué Dios riegue la tierra que sea tu morada con lluvias abundantes y copiosas!"


Al igual que el anterior poema este es un poema amoroso para su amado Ibn Zaydūn. Es un poema sensible, casi tímido en comparación con otros poemas suyos. Un lenguaje refinado envuelve las ansias de amar, su anhelo en la distancia. Es un poema lleno de sentimientos, de temores ante una separación pero a la vez con la esperanza de un reencuentro.
Enamorado de Júpiter
"Si hubieses hecho justicia el amor que hay entre nosotros no hubieses amado ni preferido a mi esclava,ni hubieses abandonado la belleza de la rama cargada de frutos,ni te hubieses inclinado hacia la rama estéril.Siendo así que tú sabes que soy yo la luna llena en el cielo, sin embargo, te has enamorado,por mi desgracia, de Júpiter".


Este poema es bastante duro si lo comparamos con los anteriores. Es un poema cargado de celos, de reproches ya que se siente traicionada por su amante. Ella carga contra los dos, comparando a su esclava, que era negra, con el planeta oscuro, Júpiter. Ella se muestra como la luz, la pureza, la fertilidad de un árbol cargado de frutos en plena primavera. A partir de esta traición comienzan a sucederse las sátiras.
El hexágono
"Tu apodo es el hexágono, un epíteto que no se apartará de ti ni siquiera después de que te deje la vida: pederasta, puto, adúltero,cabrón, cornudo y ladrón".


Esta es una de las sátiras más duras que dirigió Wallāda a Ibn Zaydūn. Es conocida también por ser la sátira de los siete insultos hacia Ibn Zaydūn. En ella la poetisa se muestra sobria y dura, contundente. Descarga toda la rabia que la envuelve contra el poeta. Usa un lenguaje claro y conciso para expresar en ese momento todo el rencor que lleva dentro. Usa un lenguaje no muy acorde a la feminidad que le rige, más bien usa un lenguaje más propio para los hombres de su época que para una mujer, aun así se trata de uno de los poemas más conocidos de Wallāda.
Ave veloz
"Ciertamente que Ibn Zaydūn, a pesar de su prestigio Estaba sonado por los barrotes de los pantalones; Si un pene viera, sobre alguna palmera,Él sería de las aves más veloces"


Una vez más vemos como en esta sátira Wallāda arremete contra su ex amado. Lo insulta está vez de un modo, tal vez, más sutil o más suave que en la sátira anterior. Aunque sigue conservando la poetisa un lenguaje claro y sobrio no muy propio de una dama de su tiempo. Es este tipo de lenguaje usado el que le da, tal vez, esa fama de mujer libertina y desvergonzada, de mujer adelantada a su época.
Enamorado de su secretario
"Ciertamente que Ibn Zaydūn, a pesar de su prestigio,me calumnia injustamente, sin que tenga culpa alguna.Cada vez que a él me acerco, me mira con rencor,Como si viniese yo parara castrar a ‘Alī".
Esta otra sátira vuelve a ser refinada y vuelve a ser una sátira un tanto indirecta en comparación con las anteriores. El lenguaje usado por Wallāda se vuelve más refinado y acorde a su posición y a su cultura. Deja ver como le reprocha claramente a Ibn Zaydūn su alejamiento, su desinterés. Tal vez sea este tipo de sátiras las que conviertan a Wallāda en una mujer con fama tan ambigua al romper con la estructura usada en sus sátiras anteriores.
Al-Asbahī, muy rico
"¡Conténtate al-Asbahī! Cuántos dones te han venido del Señor del Trono y del Dueño de las dádivas.Has obtenido con el culo de tu hijo lo que no habría obtenido Con el coño de Būrān su padre la-Hasan".
Nuevamente Wallāda hace gala de ese lenguaje libertino, brusco y desvergonzado. Vuelve a usar reproches bastos para una mujer de clase alta y educación refinada. Vuelve a mostrarnos la poetisa sus dos caras tan contrapuestas, sus dos lenguajes extremadamente opuestos. En poemas anteriores hemos visto un lenguaje culto, refinado, erótico, apasionado y a la vez en otros nos ha mostrado un lenguaje vasto, seco, osceno, no muy refinado ni culto.
La poetisa usa en sus poemas tanto el estilo directo como el indirecto, haciendo al lector pensar, imaginar y viajar en un paisaje cargado de naturaleza, paz y armonía o al mismo tiempo sentirse violentado por la rabia que muestra en sus poemas capaz de ser transmitida al lector.
Lo que sí queda bastante claro es que la obra de Wallāda no es una obra que deje indiferente a quien la lee, sino que es una obra que sabe calar y llegar a dentro. Es una obra muy viva y realista.

Conclusiones
Como hemos podido observar a lo largo del trabajo, el papel de la mujer musulmana está bien definido, así como su ámbito de atribuciones en la sociedad islámica desde sus comienzos. Desde que F.J. Simonet formulara sus teorías sobre la mujer hispano-musulmana se ha idealizado considerablemente el hecho de que la mujeres en Al-Andalus gozaran de unos privilegios, una libertad y un papel que se alejaba en gran medida del contexto musulmán de la época. Naturalmente, hemos de decir que alguna diferencia hubo con respecto a la mujer musulmana medieval, pero sin que se pudiera llegar a hacer afirmaciones tan tajantes como son las de Bosch y Hoenerbach: “se sabe que la sociedad andalusí y la de la Andalucía islámica, muy particularmente, concedía a sus mujeres una sorprendente libertad” . No fue ni tanto ni tan poco. En la actualidad los estudios que se están realizando van más encaminados a una realidad objetiva de la situación de la mujer andalusí.
Wallāda era princesa, hija del anodino y vencido califa Muhammad III al-Mustakfī. Y es una de las poetisas más originales que se ha conocido en la Córdoba Omeya, ya tardía y decadente. Reunió a su alrededor y en sus tertulias a los escritores más importantes de su época y poseía un alto nivel literario y cultural. Pero, como hemos visto a lo largo de la exposición, era una mujer que se salía de la norma, y que rompía con todos los cánones previstos para la mujer musulmana. Hasta el punto de que, por una parte se buscaba su agradable compañía y era admirada por su belleza y nobleza, pero “su desprecio por las conveniencias -como escribe Teresa Garulo- dio lugar a numerosas habladurías acerca de su conducta, de ahí también la afirmación de que carecía del decoro propio de su nobleza”.
Por todo ello podemos afirmar que se trata de una mujer que gozó de una gran libertad y de una gran independencia. Ya hemos podido observar que Wallāda no dudó nunca en hacer uso de su literatura para expresar abiertamente aquello que pensaba y comunicar incluso sus sentimientos más íntimos. Es de vital relevancia para poder analizar la poesía de Wallāda tener en cuenta el momento en que se encontraba la historia de la poesía de Al-Andalus en la que Wallāda se sitúa. Wallāda está viviendo en el siglo XI cuando, podemos decir que, la poesía aparece más libre que nunca y que dominadas tanto la tradición “Moderna” como la “Neoclásica”, las poetisas dan la impresión de moverse de una manera más espontánea en sus manifestaciones literarias, y quizás a todo ello obedezca el relativo encanto y la gracia de algunos poemas, especialmente de amor. Es de destacar que esta libertad la usó también para escribir los poemas que le dedicó a su gran y tormentoso amor, Ibn Zaydūn. Poemas en los que muestra abiertamente sus sentimientos más profundos y en los que usa la retórica y la sátira.


http://www.webislam.com/?idt=9693

http://www.segundarepublica.com/index.php?opcion=2&id=65

lunes, 5 de octubre de 2009

Adiós Mercedita



Dejaste un legado eterno “NEGRA”



Haydé Mercedes Sosa, nació el día 9 de Julio de 1935 en la ciudad de San Miguel de Tucumán. Con 74 años de edad y una trayectoria de 60 años, Ella transitó diversos países del mundo, compartió escenarios con innumerables y prestigiosos artistas, y dejó además, un enorme legado de grabaciones discográficas.Su voz llevó siempre un profundo mensaje de compromiso social a través de la música de raíz folklórica, sin prejuicios de sumar otras vertientes y expresiones de calidad musical. Su talento indiscutible, su honestidad y sus profundas convicciones dejan una enorme herencia para las generaciones futuras. Admirada y respetada en todo el mundo, Mercedes se constituye como un símbolo de nuestro acervo cultural que nos representará por siempre y para siempre."


Chile comparte la pena de tu partida, fuiste la maestra del cantar de los pueblos de América, orgullosa tu Argentina por haber tenido tan digna y querida hija que parte llevando su cantar dando "gracias a la vida". Violeta te recibira en su "Peña" celestial.


Desde aquí tributamos un modesto reconocimiento al cantar de tu alma y corazón de mujer, merecedora del aprecio Universal.


http://www.youtube.com/watch?v=64W2MzhiWSw

sábado, 1 de agosto de 2009

TERESA WILMS MONTT

UN CANTO DE LIBERTAD
Ruth Gonzalez Vergara

TERESA WILMS MONTT
Escritora Chilena 1893-1921
"-¡OH, si a los diez y seis años hubiera yo tenido la conciencia del bien y del mal; si yo hubiera presentido cuánto veneno encierra la vida, habría huido del mundo refugiándome en mis sueños como en un claustro" (Teresa Wilms Montt)


"¡Qué lindas son! Y cómo refresca mi corazón la tibieza de sus brazos en mi cuello....
Mis hijas, con sus largas pestañas....me muestran la seriedad y la experiencia de los siglos.
Mis hijas, son la realidad del poema "Vida".
Mis hijas dormidas en lánguidos éxtasis, son la albura casta y profunda de mi espíritu.
Mis hijas duermen.
¡Dormid, criaturas adoradas!
La madre vela vuestros sueños con santa serenidad.
Extraeré de vuestros destinos el veneno, extrayendo para mi corazón todos los pesares...
¡Dormid hijas mías!" (Teresa Wilms Montt)


"Viniste a mí; yo no te esperaba. No esperaba la felicidad.
Lo había perdido todo, y todo lo encontré cuando tú me tendiste los brazos". (Canto XXX-Anuarí Teresa Wilms Montt)

"...te aspiro en todas las flores, te veo en todos los árboles, y te poseo rodando, ebria de amor, en los céspedes de yerbas olorosas" (Canto VIII)
"¿Porqué te fuiste, amor? ¿Porqué, me pregunto mil,dos mil veces al día? Y no acierto hallar respuesta alguna que alivie el feróz dolor de mi alma". (Canto II Teresa Wilms Montt)






"Me siento mal físicamente. Nunca he tributado a mi cuerpo el honor de tomar su vida en serio, por consiguiente no he de lamentar el que ella me abandone".
"Vida, fuiste regia, en el ruido hueco de tu seno me abrigaste como el mar y, como él tempestades me diste y belleza.
Nada tengo, nada dejo, nada pido. Desnuda como nací me voy, tan ignorante de lo que en el mundo había.
Sufrí y es el único bagaje que admite la barca que lleva al olvido". (Diario de vida Teresa Wilms Montt)




Alineación a la izquierda






BELZEBUTH(Poema de Teresa Wilms Montt,escrito en Madrid en 1919)
Mi alma, celeste columna de humo, se eleva hacia la bóveda azul. Levantados en imploración mis brazos, forman la puerta de alabastro de un templo. Mis ojos extáticos, fijos en el misterio, son dos lámparas de zafiro en cuyo fondo arde el amor divino. Una sombra pasa eclipsando mi oración, es una sombra de oro empenachado de llamas alocadas. Sombra hermosa que sonríe oblicua, acariciando los sedosos bucles de larga cabellera luminosa. Es una sombra que mira con un mirar de abismo, en cuyo borde se abren flores rojas de pecado. Se llama Belzebuth, me lo ha susurrado en la cavidad de la oreja, produciéndome calor y frío.Se han helado mis labios. Mi corazón se ha vuelto rojo de rubí y un ardor de fragua me quema el pecho. Belzebuth. Ha pasado Belzebuth, desviando mi oración azul hacia la negrura aterciopelada de su alma rebelde. Los pilares de mis brazos se han vuelto humanos, pierden su forma vertical, extendiéndose con temblores de pasión. Las lámparas de mis ojos destellan fulgores verdes encendidos de amor, culpables y queriendo ofrecerse a Dios; siguen ansiosos la sombra de oro envuelta en el torbellino refulgente de fuego eterno. Belzebuth, arcángel del mal, por qué turbar el alma que se torna a Dios, el alma que había olvidado las fantásticas bellezas del pecado original. Belzebuth, mi novio, mi perdición...


Teresa Wilms tenía la coherencia de una mujer liberada, sensitiva, sincera. Fue mujer valiente para sentirse así mísma. Su valor radica en que supo afrontar su realidad como mujer.
Tenía una mente libre, prodigiosa, adelantada a su época. En su creación su yo se mueve en cuatro puntos cardinales: la sensualidad (el amor) y el dolor; la vida y la muerte.Su reflexión sobre la muerte es de una profundidad y una delicadeza enormes.

Teresa Wilms vivió con fidelidad a sus principios. Su libertad fue su poesía. Su nobleza de espíritu, su poema mayor. En su corazón sólo anidó el bien, la bondad,la justicia, el amor.

La belleza exterior no fue más que un complemento a toda la belleza de su alma.

Teresa fue éticamente elegante.

Ahora, deshecha su mansión terrena, su espíritu vaga por las galaxias, entre las estrellas...


http://teresawilmsmontt.blogspot.com/

http://foro.loquo.com/viewtopic.php?f=28&t=172985

Trabajo de investigación y redacción dedicado con todo afecto y cariño a una mujer que admiro

ZIRYAB

miércoles, 29 de julio de 2009

LEYENDAS MORAS

LEYENDAS DE LA ALHAMBRA Washington Irving

El Soldado encantado

Existió en la antigüedad un estudiante de Salamanca que durante el verano se dedicaba a viajar y, cantando al son de su guitarra, conseguía fondos para pagar sus estudios. Llegado a Granada, y celebrando la víspera de San Juan, reparó en la presencia de un extraño soldado ataviado de lanza y armadura. Preguntándole a éste por su identidad, el soldado dijo estar padeciendo un encantamiento desde hacía 300 años: un alfaquí musulmán le conjuró a montar guardia al tesoro de Boabdil por toda la eternidad, dándole sólo licencia para salir de aquel escondrijo una vez cada 100 años... Preguntó el estudiante cómo podía ayudarle. El soldado le ofreció la mitad del tesoro por él custodiado si le ayudaba a romper el hechizo: se precisaba de un sacerdote en ayuno y una joven cristiana. La joven no fue difícil de hallar, pero el único cura que encontró era un obeso adorador de los manjares, por lo que mucho le costó convencerlo, y sólo con la promesa de riqueza aceptó ayudarle. Subieron aquella noche hasta el escondite, sito en la Alhambra, portando una cesta de comida para que el párroco saciase su gula una vez acabado el trabajo. Llegado ante una torre, las piedras de su pared se abrieron a la orden del soldado, dejando al descubierto una estancia con el formidable botín... Una vez dentro, y mientras realizaban el sortilegio, el hambriento cura se abalanzó sobre la cesta y devoró un grueso capón. De repente estudiante, muchacha y sacerdote se encontraron en el exterior de la torre y la entrada sellada... ¡el hechizo se había roto demasiado pronto! Fue así como el soldado perdió la oportunidad de escapar de tan cruel castigo, y los demás sus sueños de riquezas. Aunque al estudiante le pesaban los bolsillos, lo que le permitió vivir en paz y amor con la bella joven cristiana


Jardines del Partal y Torre de las Damas. El Generalife.

Silla del Moro

Más allá del Generalife (cuando se observa desde la Alhambra), puede observarse una desnuda y pelada colina que está coronada por unas ruinas. Aún hoy día esta colina es conocida como La Silla del Moro. Esto se debe a que, debido a una insurrección en la Ciudad de la Alhambra, el rey Boabdil (último gobernante de la Granada musulmana) tuvo que buscar refugio en este monte. Fue desde allí donde se sentó tristemente a contemplar su amotinada Alhambra...


La Escalera del Agua. El Generalife

El Suspiro del Moro Tras arrebatar los Reyes Católicos el último reducto de la dominación musulmana a Boabdil (Mohamed Abu Abdalahyah); el rey moro y su séquito fueron desterrados de Granada y les fue cedido un pequeño territorio en las áridas Alpujarras, donde aguantarían aún unos años. La caída de Granada se debió a la despreocupación de Boabdil por la defensa de Granada y su afinidad a las fiestas y al ocio. Camino a su destierro, Boabdil no osó girar la mirada hacia Granada, y sólo cuando estuvo a mucha distancia, sobre la colina conocida por El Suspiro del Moro se detuvo y observando por última vez su palacio... suspiró, y rompió a llorar. , y fue su propia madre quien le dijo: "Llora como mujer lo que no has sabido defender como hombre".


Patio de la Sultana. El Generalife.


Leyenda de La sala de los Abencerrajes El nombre de Abencerrajes proviene del apellido de una familia de la nobleza de la época, que tenían sus viviendas en el interior de la Alhambra. Dice la leyenda que esta familia tenía como rival político a otra llamada Zenetes, los cuales decidieron acabar con sus oponentes mediante una conspiración... Así, inventaron una relación amorosa entre la sultana y uno de los Abencerrajes, para conseguir despertar los celos y la ira en el sultán... El sultán, cegado por la consternación, y en ocasión de una fiesta en la sala que lleva el nombre de la familia, hizo decapitar sobre su fuente a los 37 caballeros que llevaban el nombre de Abencerrajes. Se cuenta que el color rojizo que aun hoy día se puede contemplar en la taza de la fuente, y en el canal que lleva su agua hasta la fuente del Patio de los Leones, se debe a las manchas de la sangre de los caballeros asesinados...

Patio de la Acequia. El Generalife

Leyendas de La Puerta de la Justicia

Cuenta una leyenda sobre la puerta de la Justicia, relacionada con la construcción misma de la Alhambra. Siempre se ha hablado de la dedicación puesta en la construcción de la Alhambra, tanto en lo decorativo como en lo arquitectónico. Se asegura que tan sumamente recia era su construcción que, aún recibiendo el ataque de mil ejércitos enemigos, jamás caería. Así pues, el día que la llave del arco interior de la Puerta de la Justicia y la mano de su arco exterior se unan, es decir, si la Alhambra cae, será por que ha llegado el fin del mundo. Otra leyenda cuenta sobre el Arco de la Justicia, que tal era la magnificencia de esta entrada a la Alhambra, que se aseguraba que ningún caballero, montado a caballo con su lanza, podría tocar con la punta de ésta la mano esculpida en lo alto del arco exterior. Tan seguros estaban de ello, que aseguraban que quien lo consiguiese conquistaría el trono de la Alhambra.

http://www.foroswebgratis.com/mensaje-eyendas_de_la_alhambra_de_wasingthon_irving-30161-788022-1-2628205.htm

viernes, 29 de mayo de 2009

Poemas Andaluces

POESÍA ANDALUZA

Ella es luna, sol, tallo que nace
y perfume de almizcle
Perfecta, brillante, floreciente
y aroma enamorado
Quién la mira se prenda de ella
pero es coto cerrado


*************



Se ríe y aparecen brillantes perlas
Se quita el velo y surgen dos estrellas
El mismo tiempo se detiene para verla
Y mi corazón de ella no puede olvidarse


*************



Ves a Ahmad en la cumbre de su gloria
no existe otro como él
Y es luz nacida en Occidente
que no tiene igual en Oriente


************


Nunca me gustó beber en los verdes prados
a menos que un talle esbelto
viera conmigo despuntar el alba
o que al caer la tarde me dijera:
"El viento tiene celos
de aquel que acaricia mis mejillas
"Ella, dueña de los corazones,
sembradora de inquietudes
Ella que puede provocar deseo
al espíritu más templado
Dulces labios que guardan perlas,
dando de beber al amante
herido de amor y fiel a sus promesas.


*************


El colirio de las tinieblas
fluye en la pupila de la aurora
hasta el blanco de la mañana
La delicadeza muñeca del río
tiene los puños verdes
por los árboles de la orilla.


*************


Qué hermoso día pasamos en el prado
junto a la ribera del río de Sevilla
Subidos en el barco
rompimos el sello del almizcle
y nos envolvió por completo su perfume
mientras la mano de las tinieblas
extendía sobre nosostros
el negro manto de la noche.


*************


Pasarán años y siglos
y seguiré amando la hermosura de tus ojos
mientras tú no te apiadas de mí
ni logro enternecer tu corazón.
Yo quisiera que vieras lo que has hecho conmigo:
mi corazón es la reja del arado
en el yunque del herrero:
las lágrimas corren, el fuego arde
y el martillo lo llena de golpes.

sábado, 23 de mayo de 2009

ZIRYAB POETA Y MUSICO

El laúd árabe y Ziryab


El laúd árabe o 'ud llega a la corte cordobesa en el siglo IX de la mano del laudista y cantante de origen persa Abul-Hasan Alí ibn Nafi, más conocido por el sobrenombre de Ziryab; según algunos, por asemejarse su voz a la del mirlo, y según otros por el oscuro color de su tez. Ziryab había sido, en la lejana Bagdad, discípulo aventajado de Ishaq al-Mausilí, músico predilecto del Califa, que al ver las cualidades con las que estaba dotado Ziryab y que podían opacar las suyas le obligó a sufrir el exilio.
Ziryab salió de Bagdad llevando consigo más de mil poemas en diferentes modos.
Mientras atravesó el Magreb se detuvo en Kairouan, en el centro de la región llamada Ifriqiyya. En dicha ciudad tomó contacto especialmente con la música popular, recopilando las melodías y ritmos del Magreb antes de continuar su viaje hacia occidente.
En Córdoba encontró la prosperidad, el reconocimiento de su arte y una fama sin precedentes. Con el apoyo de Abd al-Rahman II creó lo que se puede considerar el primer conservatorio del mundo islamico, donde se fundarían las bases para la musica de al-Andalus que posteriormente influirían tanto en toda la península. Ziryab era poeta, literato, astrónomo, geógrafo, un refinado esteta y un célebre gourmet, pero ante todo fue un gran músico y dio a conocer en al-Andalus el instrumento islámico por excelencia, el 'ud.
En al-Andalus se dieron algunas significativas transformaciones del instrumento, por ejemplo, la sustitución de las bocas de la tapa por decorativos rosetones, seguramente préstamo de la arquitectura gótica, y el añadido del quinto orden de cuerdas, que se atribuye a Ziryab, aunque es seguro que convivieran los ejemplares de cinco y cuatro órdenes.
También se atribuyen a Ziryab otras modificaciones: un aligeramiento general del instrumento, mejora en la calidad de las cuerdas y sustitución de los plectros de madera por otros más flexibles de pluma de águila, con lo que produjo un sonido más agradable en el instrumento.
Al ser reconquistadas Córdoba y Sevilla, el 'ud adquiere protagonismo en el ambiente cultural de la corte de Alfonso X ''El Sabio'', en algunos de cuyos códices están representados bellos ejemplares. El 'ud pronto pasó a la zona norte peninsular, que recibía gran influencia a través del Camino de Santiago.
Por su delicado sonido y sus cualidades melódicas, ideales para acompañar el canto, el 'ud se convirtió rápidamente en el instrumento más popular entre trovadores, troveros y juglares; y por su carácter rítmico tuvo un gran papel en la música de danza. Al extenderse su uso por el resto de Europa, fue adquiriendo diferentes nombres, del castellano "laúd" o "alaúd" (del nombre árabe "al-'ud") pasó a ser "luth" en francia o "liuto" en italia, pero hasta el siglo XV siempre mantuvo el espíritu original del instrumento legado por Ziryab.


El Laúd y la Odalisca

jueves, 21 de mayo de 2009

Poema Andaluz


PENAS Y ALEGRIAS DEL AMOR
Mira cómo se me pone
la piel, cuando te recuerdo...
Por la garganta me sube
un río de sangre fresco,
de la herida que atraviesa,
de parte a parte mi cuerpo.
Tengo clavos en las manos,
y cuchillos en los dedos,
y en mi sien, una corona
hecha de alfileres negros.
Mira cómo se me pone
la piel, cada vez que me acuerdo
que soy un hombre casao...
¡Y sin embargo, te quiero!
Entre tu casa y mi casa
hay un muro de silencio;
de ortigas y de chumberas,
de cal, de arenas, de viento,
de madreselvas oscuras
y de vidrios en acecho.
Un muro para que nunca
lo pueda saltar el pueblo,
que anda rondando la llave
que guarda nuestro secreto.
Y yo bien sé que me quieres,
y tú sabes que te quiero,
y lo sabemos los dos,
y nadie puede saberlo...
¡Ay, pena, penita, pena
de nuestro amor en silencio!
¡Ay, qué alegría, alegría
quererte como te quiero!
Cuando por la noche a solas,
me quedo con tu recuerdo,
derribaría la pared
que separa nuestro sueño.
Rompería con mis manos
de tu cancela los hierros
con tal de verme a tu vera,
tormento de mis tormentos,
y te estaría besando
hasta quitarte el aliento.
Y luego... ¡Qué se me da
quedarme en tus brazos, muerto!...
¡Ay, qué alegría y qué pena
quererte como te quiero!
Nuestro amor es agonía,
luto, angustia, llanto, miedo,
muerte, pena, sangre, vida,
luna, rosa, sol y viento.
Es morirse a cada paso
y seguir viviendo, luego,
con una espada de punta
siempre pendiente del techo.
Salgo de mi casa al campo
sólo con tu pensamiento,
por acariciar a solas
la tela de aquel pañuelo
que se te cayó un domingo
cuando venías del pueblo,
y que no te he dicho nunca,
mi vida, que yo lo tengo;
y lo estrujo entre mis manos
lo mismo que un limón nuevo,
y miro tus iniciales,
y las repito en silencio
para que ni el campo sepa
lo que yo te estoy queriendo...
Ayer, en la Plaza Nueva,
- vida, no vuelvas a hacerlo-
te vi besar a mi niño,
a mi niño, el más pequeño,
y cómo lo besarías,
¡Ay, Virgen de los Remedios!
que fue la primera vez
que a mí distes un beso.
Llegué corriendo a mi casa
alcé a mi niño del suelo
y, sin que nadie me viera,
como un ladrón en acecho,
en su cara de amapola
mordió mi boca tu beso.
¡Ay, qué alegría y qué pena
quererte como te quiero!
Mira: pase lo que pase,
aunque se hunda el firmamento,
aunque tu nombre y el mío
lo pisoteen por el suelo,
y aunque la tierra se abra...
Aún cuando lo sepa el pueblo,
y pongan nuestra bandera
de amor a los cuatro vientos,
¡Sígueme queriendo así,
tormento de mis tormentos!
¡¡Ay, qué alegría y qué pena
quererte como te quiero!!

Objeto de mi deseo

Avempace
Objeto de mi deseo,

que alcanzar no puedo

ni decir que mañana iré a tu encuentro

mi noche ha envuelto al día en su veste

desde el alba,

siendo iguales su comienzo y fin

y yo me engaño con falsas ilusiones

como tu encuentro,

que la fortuna niega

La Favorita del Sultán

Poema La Favorita Del Sultán de Juan Arolas

Marcha, despiadada y cruda,

pues me quemas con tus besos,

al lucir casi desnuda

tantas gracias y embelesos.

Sol que en el cenit me abrasas

sin una nube en tu cielo,

yo te pondré dobles gasas,y no te veré sin velo:

sobre un lecho encubertado

te he hacer cubrir de flores,

y serás vergel cerrado,

donde se oculten mis amores.

¡Judía, que por fortuna

de mi ser eres sirena,

como tú no vi ninguna,ni cristiana ni agarena!

Tú te ríes y te alegras

cuando en mí los bríos faltan,mientras tus pupilas negras

ebrias de placer te saltan.¿Quién ha de romper tus lazos?

Enamoras, avasallas,y un día de tus abrazos

rinde más que cien batallas.¡Deja tu delirio ciego!

…Mientras en tu seno hermoso

me adormeces con el ruego,mientras cantas y reposo,

febles sufren mis soldados

la ignominia en sus derrotas;y en los mares agitados

pierdo mis avaras flotas:pierdo a Egipto

y sus llanuras,donde las auras regaladas

mecen las espigas puras

en las cañas encorvadas;donde las moles eternales

donde el orgullo está escrito,se alzan en los arenales

con la esfinge de granito;cuyo párpado despierto

jamás una vez cerraron

ni los vientos del desierto,ni los siglos que pasaron.

Tú me encantas, y consientes

que amenacen mis dos mares

las águilas de dos frentes

de los ambiciosos zares.

¡Guay el autócrata un día

no venga a tomar mi harem,y por ser esclava mía

conmigo mueras también!No desnudes por mi amor

ese tu seno hechicero,y deja que tu señor

vaya a desnudar su acero.

Que tiña en sangre su filo,que levante en sus furores

pirámides junto al Nilo

de cabezas de traidores.Mas ¡ah!… ¡mis votos fallidos

dejarás con ilusiones,rémora de los sentidos,

imán de los corazones!Porque el más adusto moro

que a las lides se partiera,puesto a contemplar tu lloro,

riendas al corcel volviera.Yo caricias he probado

de unas hermosas de nieve,cuyo beso regalado

con grata emoción conmueve.

Pero tu beso, sultana,dulce beso humedecido

de esos tus labios de grana,me enloquece, me ha perdido.

Desprecio, pues, mis riquezas,y cual vanos oropeles,

mis títulos y grandezas,mis tropas y mis bajeles.

Mis palacios no deseo con dilatados confines,ni mis casas de recreo,

con estanques y jardines

ni del Arabia dichosa

los más exquisitos dones,ni frescos baños de rosa,

ni púrpuras, ni bridones;ni el nombre que se me da,

de señor de mar y tierra,de sombra augusta de Alá,

príncipe de paz y guerra.

Desprecio las dignidades de mis bélicas proezas,

y mis pueblos y ciudades con torres y fortalezas.

Y haré decir al diván que no tengo más estados,

que mi pipa, mi atagán,
y tus ojos adorados.

Shakir y Zorahida


Visita del joven Shakîr Wa'el a Granada




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